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Calidad consistente, servicio impecable y amable, y una atención al detalle y al consumidor inmejorable. Obligado probar los cannoli!
Fuimos 6 a picotear, quedamos los 6 encantados. Detallo a continuación lo que pedimos:
Pastelito de ricotta, pistacho y toque cítrico: es repostería fina, muy delicado. Si no te van los sabores suaves no es lo tuyo. A la mesa le gustó mucho.
Bizcochito de manzana: suave, esponjoso, delicado. Rico.
Cannoli: pedimos tres. Impresionantes. El ricotta es de oveja, lo que le da un punto. Está espectacular. Quedó toda la mesa sorprendida. Me comería treinta.
Focaccia: no teníamos pensado coger salado pero la pinta ameritaba un test. La porción es grandecita! La materia prima y la masa están buenísimos. Brilla cada componente por sí solo.
El café es ILLY, está muy rico.
Sinceramente, no tengo más comentarios salvo mi clásico “volveremos!”. Y de verdad, porque calidad-precio es casi insuperable. Recomendable pasarse. Volveremos....